“Muito bem situado. Funcionários simpáticos e eficientes. Bom pequeno almoço. Bonitos espaços interiores. Um pouco labiríntico.”

“Pros y contras, empezando por pros: *Ubicación excelente, al lado del centro pero lo bastante lejos para que no te moleste el ruido. *Tiene parking gratuito, y otro de pago cubierto por 5€, súper barato, aparcamos todos los días en el gratuito, no obstante. *Entran las instalaciones del Duna Beach, puedes ir a usar las tumbonas, la piscina etc, está en Meia Praia, que es una playa gigantesca de 8km con aguas cristalinas y tranquilas, pero bastante viento, y te ponen autobús para ir y volver durante todo el día, también gratuito. No fuimos porque las consumiciones son escandalosamente caras, un tercio de cerveza en el hotel cuesta 4,5€ y en el Duna es todo aún más caro. *El personal en general es muy amable. *La limpieza regular, los consumibles de la habitación te los ponen muy justos, y si por ejemplo, en el minifrasquito de gel y de champú, te queda un dedo, no reponen, hay que andar llamando a recepción, además, "te ofrecen" no limpiarla para cuidar el medioambiente, si quisiera hacerme yo la cama me iba a un apartamento... no pagaba los 160 euros por noche que vale dormir ahí. La iniciativa de las toallas me parece genial, pero esto una jetada, quieren ahorrarse horas del equipo de limpieza bajo una falsa estrategia eco friendly, cuando estoy 100% segura de que la calidad de la limpieza es consecuencia de la falta de medios y de las dificultades para acceder a las habitaciones con los enseres necesarios para garantizar su trabajo. *El desayuno y cena, para ser buffet, tiene mucha calidad, bueno, elaborado y variado. Con respecto a esta parte dos cosas que me parecieron fatal: 1) En todas las mesas hay un cartel que pone que si sacas algo del buffet te multan con 20€. Obviamente a un buffet no se puede ir con un tupper para luego 😅, y habrán visto de todo, pero el mensaje está feo, en mi opinión. 2) A partir de las 21:00, aunque la cena es hasta las 22:00, no rellenan los platos calientes, te comes lo que queda. Tan solo un día, de los 8 que estuvimos, rellenaron platos, y no, no fue porque hubiera más comensales, éramos el mismo número de siempre. *En cuanto a las instalaciones, hay partes bastante obsoletas y los recorridos para transitar están llenos de tramos de escaleras, no dudo de que haya alguna habitación accesible, pero desde luego el restaurante no lo es. En resumen, no está mal, pero por el precio que tiene, bien tampoco 🤷🏼‍♀️, a pesar de las cosas que no nos han hecho gracia, hemos estado agusto.”